Santa Cruz de Tenerife.- Un estudio llevado a cabo por el área de Salud de La Gomera y la Universidad de La Laguna constata que la capacidad de conducir de un paciente con alguna enfermedad mental mejora y vuelve a ser competente si se encuentra sometido a un tratamiento adecuado.
En este estudio,realizado por los psiquiatras Emilio Sanz y Carlos de las Cuevas, se analiza cómo afecta a la capacidad para conducir un vehículo tanto el hecho de padecer alguna enfermedad mental, como que no esté tratado médicamente y en el supuesto de que el paciente esté medicado con psicofármacos.
Una nota de la Consejería de Sanidad informa de que en una primera fase de la investigación se trataron a 220 gomeros que conducen habitualmente y en la segunda fase a 80 pacientes que fueron a la Unidad de Salud Mental cuando estaban descompensados y su enfermedad estaba activa.
En el estudio se incluyeron a pacientes con trastornos diversos, con cuadros de ansiedad, esquizofrenia, así como aquellos con trastornos por circunstancias como alcoholismo o drogodependencias.
La Consejería indica que en las conclusiones de este estudio se reconoce que la enfermedad mental y la toma de psicofármacos afecta a la capacidad de conducción pero estima que lo importante no es estar obsesionado con la toma del medicamento, ya que en la mayoría de las veces es más peligroso o menos seguro un enfermo no identificado ni medicado que otro que ya lo está.
Cuando el tratamiento es adecuado y empieza a hacer efecto, la capacidad de conducción del paciente mejora y vuelve a ser competente.
La Consejería de Sanidad señala que del análisis de este estudio también se desprende que lo más importante es detectar lo más precozmente la enfermedad mental y tratarla y otra conclusión es que los enfermos mentales saben que los tratamientos afectan a sus competencias, por lo que suelen ponerse menos al frente de un volante y conducen en horas donde hay menos tráfico, por lo que es importante desmitificar el peligro.
Para realizar este estudio se ha utilizado el mismo aparato que poseen en los centros de reconocimiento médico para obtener los permisos de conducción y se ha realizado sobre enfermos mentales cuyo punto de partida es que están mal y cuando se les empieza a administrar los psicofármacos y hacen su efecto se normalizan y sus competencias para conducir mejoran notablemente.
Además, los estudios que se realizan son en base a un fármaco, pero la realidad es que estos pacientes, por lo general, son polimedicados.
Agencia EFE.